No es la primera vez que hablamos sobre la fuerte influencia que tienen los acontecimientos que vive el mundo, en las expresiones artísticas; en este caso el cine. El dedicar esta lectura a un género cinematográfico nacido en la oscuridad de una época y su adaptación a los diferentes momentos históricos, nos regala una perspectiva sobre nosotros mismos como sociedad, como compañeros en un mismo planeta.
Por: Nacho Gómez Gómez
Sólo podemos entender el cine negro si nos remontamos al periodo más triste y desalmado de la humanidad: la primera y segunda guerra mundial, los campos de concentración, la gran depresión, la era atómica, y los millones de vidas humanas que durante esos años se perdieron.
En los años 40 el pesimismo invadía el mundo y los cineastas de la época encontraron un modo único de expresión que conectó con el público como nunca lo había hecho antes dejando un legado lleno de sombras y claroscuros que todavía hoy pervive en el cine actual. El caldo de cultivo del género negro también bebe filosóficamente del existencialismo y la psicología freudiana y su penetración en la literatura estadounidense contribuyó a fomentar la visión fatalista con pasado angustioso de los moradores del género.
El género del cine negro nació a partir de una generación que comprendía escritores, pintores, iluminadores, fotógrafos, autores de teatro y cineastas alemanes y europeos que se exiliaron a los Estados Unidos huyendo de la pesadilla nazi y que entraron al compás con sus homólogos americanos.
El expresionismo alemán y su estética tenebrista fue exportada a través de cineastas como Fritz Lang que ya había utilizado por primera vez la luz o mejor dicho la sombra para ilustrar el estado psicológico de un personaje (M, el vampiro de Dusseldorf 1931). Mientras tanto, al otro lado del océano, los relatos perversos y violentos hard boiled evolucionan a pura novela negra, con sus diálogos incisivos y punzantes a manos de autores como Dashiell Hammett y Raymond Chandler y a través de su prosa poética y escueta como en las obras de Ernest Hemingway.
Es precisamente la novela de Dashiell Hammett El halcón Maltés, trasladada al cine sin cambiar ninguna línea de diálogo por John Huston (The Maltese Falcon, John Huston 1941), la primera película del posteriormente identificado como cine negro. En ella encontramos todos los estereotipos del género: un detective con una perspectiva fatalista de la realidad, una frontera entre buenos y malos difuminada, temas psicológicamente perversos, una femme fatale atractiva y seductora aunque peligrosamente cercana al lado turbio de la vida, pistoleros sin escrúpulos y un héroe que acostumbra a ser antihéroe atenazado por un pasado oscuro e identificado en el imaginario colectivo con el icónico rostro de Humphrey Bogart.
El célebre texto-manifiesto de Raymond Chandler sobre la novela negra era de una simpleza apabullante: El simple arte de matar.
Double Indemnity, Billy Wilder 1944
La crítica americana de la época a menudo menospreciaba esos filmes que apestaban a sexo y violencia y tuvo que ser la crítica francesa, que debido a la segunda guerra mundial se había visto privada de visionar las películas americanas, la que advirtió en 1945 un profundo oscurecimiento no solo del ambiente, sino también de la temática, acuñando ya para siempre el término film noir.
Esos primeros años, considerados como período clásico, nos dejan verdaderas obras maestras del género con títulos tan simbólicos como The Big Sleep / Howard Hawks, 1946; Double Indemnity / Billy Wilder 1944; Out of the Past / Jacques Tourneur, 1947; Criss Cross / Robert Siodmak, 1949; Touch of Evil / Orson Welles, 1958; entre muchos otros.
Todas estas películas se visualizan a través de un blanco y negro contrastado, con una iluminación de claroscuros al estilo de Caravaggio y Rembrandt y unos ángulos insólitos y distorsionados de cámara que permitían al espectador ver los techos de los interiores lo que creaba una sensación de claustrofobia y paranoia.
Out of the past, Jacques Tourneur
El cine negro es un reflejo de los miedos norteamericanos del momento y desprende tristeza y un cierto aire clásico en su propuesta estética y fue precisamente por este motivo que empezó rápidamente a envejecer a partir de los años 50 cuando se implanta el sueño americano en los jardines de los suburbios americanos. Es entonces cuando el género empieza a percibirse colectivamente como algo antiguo y empieza una compleja y variada reinvención a través de diferentes caminos según la temática, su propuesta visual y el tratamiento de sus personajes: Había nacido el Neonoir.
El nuevo contexto histórico, social y político de los años 60 se presentaba igual de devastador: La guerra de Vietnam, la guerra fría, el magnicidio de Kennedy eran hechos muy cercanos al fatalismo noir sin embargo la respuesta social de la contracultura, el feminismo y la lucha de los derechos civiles eran el sello de la época a la cual había que adaptarse.
Una primera propuesta del neonoir se centra en la reconversión de la figura emblemática del detective a los nuevos tiempos y por una clara nostalgia del género a través de la recuperación de actores icónicos del periodo clásico del cine negro, como Lauren Bacall o Robert Mitchum. Así encontramos a Harper / Jack Smight, 1966 protagonizado por Paul Newman que afronta la nueva época con un tono melancólico y mordaz y que se mueve por ambientes consumistas de estética pop. De igual manera Tony Rome, 1967 protagonizada por un Frank Sinatra entrado en kilos oculta su triste pasado con un admirable sentido del humor y muestra el submundo patético que se oculta bajo las mansiones y piscinas del alegre Miami de los años 60.
En la década de los 70, The Big Fix / Jeremy Kagan, 1978; el género se hace eco de las tensiones sociales y políticas del momento mediante un detective con un pasado de activista estudiantil y pacifista, fumador de marihuana, que representa la decepción y la imposibilidad de lograr sus sueños juveniles de una sociedad mejor. Es también notoria The Night Moves / Arthur Penn, 1975 donde la figura del detective se desdibuja en un mundo que ya no comprende, en una clara señal crepuscular del personaje arquetípico.
Una segunda propuesta de reinvención del género se traduce en Chinatown / Roman Polanski ,1974; donde se reconstruye la época de los años 40 como un filme de época, con su detective de oscuro pasado, su temática perversa de incesto y pedofilia, pero con escenas situadas en exteriores y en technicolor.
No fue hasta los años 80 que el nuevo noir empieza a adquirir nuevos rasgos y se aleja de está primera reinvención marcada por la nostalgia. La figura del detective clásico desaparece y se reconvierte en un hombre de acción con nuevos códigos y a través de nuevos rostros icónicos como Bruce Willis en The Last Boy Scout / Tony Scott, 1991. Son también los nuevos justicieros urbanos con mucho músculo como Sylvester Stallone y Arnold Scharzenneger que se envuelven de una nueva iconografía visual pero conservando los diálogos cortantes de sus antecesores.
También surgirán entre los años 70 y 90 nuevas tendencias como el Etnoir (basado en las sagas criminales étnicas The Godfather / Francis Ford Coppola,1972; el cybernoir Blade Runner / Ridley Scott, 1982 y también las influencias que el cine negro legó en los diferentes países de Europa como el Euro noir y en Asia, el Asia noir.
El género negro nació del intercambio de expresiones artísticas, nuevas técnicas y tendencias entre cineastas de diferentes países y eso también se convirtió en un rasgo de su compleja y rica personalidad y motor indispensable de su propia supervivencia. Así el constante flujo del cine moderno entre Estados Unidos y los demás países dieron paso a nuevas vías de afrontar la oscuridad.
Nacho Gómez. Licenciado en dirección de fotografía en la escuela de cine de Catalunya (ESCAC) 1999-2000. Director de anuncios publicitarios, de documentales y fotógrafo. Profesor de Máster en fotografía publicitaria en ESCAC y de dirección cinematográfica e iluminación en SAE Institute Barcelona. He desarrollado mi carrera en Barcelona y he rodado anuncios publicitarios y documentales en diferentes países del mundo.
www.nachogomez.tv
1 Comment
La psicología de los personajes del cine negro e inclusive el mismo cine negro es bastante interesante,es lamentable que su producción haya quedado sólo en clásicos guardados y no siguiera ese proceso,hoy día sólo podemos disfrutar de filmes que lo más dramático que se puede plantear son los romances que serían más interesantes dentro de una terapia de pareja o las reproducciones modernas de filmes que fueron mucho mejor en su época de grabación.