Con el paso de los años, hemos sido testigos de muchos cambios que han afectado nuestras vidas en todos los ámbitos. Particularmente, en el mundo laboral se ha observado una evolución fascinante; antes se valoraba la antiguedad que un trabajador tenía en una empresa y hoy se aprecia mucho más la experiencia y la capacidad de abrirse camino. Esta situación es capaz de favorecer infinitamente el estilo de vida; eso si, ahora la responsabilidad recae directamente en las manos de quien conduce sus pasos y son el talento, la visión y la disciplina quienes impulsan el motor. Tomás Virgós nos revela su fórmula de éxito.
Por: Alumni Spain
Tomás Virgós, antiguo estudiante de SAE Institute Madrid, realiza música para audiovisuales, cine, televisión y publicidad, videoarte, teatro, compositor, productor e ingeniero de sonido, abarca un amplio abanico de propuestas y proyectos, dejando una huella personal en cada uno de sus trabajos y producciones.
Entre sus trabajos podemos encontrar música para campañas publicitarias de: Cervezas Alhambra, Manchester United, FC Barcelona o el Museo Guggenheim, entre otros, además de trabajar actualmente como productor de Najwa Nimri.
¿En qué se basa tu trabajo, cuál es la rama que abordas?
Hago un poco de todo, música para audiovisuales, también música independiente del audiovisual, música porque sí, produzco a gente y también me estoy metiendo en el mundo de las instalaciones sonoras, hay que estar preparado para lo que venga.
Provengo de la música académica, del conservatorio, estudié piano y composición y siempre me ha parecido interesante el mundo del sonido e imprescindible para lo que yo hacía, producción de música para publicidad y audiovisuales, así que vi muy interesante lo que me ofrecía SAE.
¿Fue de provecho para ti estudiar sonido?
Sí, sobre todo porque organicé muchos conocimientos dispersos que había aprendido de un modo autodidacta. Luego se sumaron otros muchos conceptos y me vino muy bien verlo todo estructurado en un temario.
Has abierto recientemente un estudio. ¿Qué me puedes contar sobre él?
Esa ha sido una jugada maestra. Me he mudado a la sierra, porque aquí en Madrid, no podía optar a tener un estudio por el precio del alquiler y allí un colectivo de gente hemos conseguido una casa muy grande, un chalet independiente, con sala de grabación y sala de control.
Ahora estamos consolidando una productora audiovisual. Lo mismo que pretendo hacer con respecto a la música, lo queremos llevar a cabo en la productora y poder realizar cualquier tipo de trabajo audiovisual. Poder abordar cualquier proyecto, independientemente del tamaño y de sus características.
¿Con qué equipo cuentas en el estudio?
En el estudio contamos con una mesa Allen & Heath GSR24. Estoy encantado porque es muy versátil, trabaja como interface, también como mezclador independiente analógico, como controlador del DAW, cuenta con faders motorizados y además tiene un sonido bastante especial. Contamos con microfonía de gama media e instrumentos como un piano Yamaha U3, un Clavia Nord Stage 88, un sitar…
Hemos tratado la acústica de ambas salas, sin prestar atención a la insonorización porque no es necesario, tenemos una habitación en la parte superior de la casa dedicada al sala de control y en el garaje, lo cual fue un trabajo impresionante, una sala de 40 metros cuadrados para poder grabar cualquier agrupación. Ambas salas están en puntos opuestos de la vivienda, así que tenemos que trabajar con cámaras.
Haces también música para cortos, ¿alguno que nos quieras mencionar?
Sí, el último en el que he participado es “We Wander”, que en realidad no es un corto al uso, se trata de una pieza de videoarte, no tiene un hilo argumental clásico, es simplemente una serie de imágenes en las que se muestra la violencia dentro del mundo animal en contraposición a la violencia propia del desarrollo humano.
Para este corto, me encargaron música violenta y se me ocurrió utilizar sonidos industriales, sonidos agresivos de la humanidad en contrastantes con los sonidos naturales, infinitamente más agradables. Es un posicionamiento argumental a través del sonido.
“TransEurope Slow”, es una instalación que hicieron en el MediaLab, en la que se proyectaban imágenes rodadas con una bicicleta a través de varias capitales europeas. Se regulaba la velocidad de reproducción mediante un controlador, unos pedales. La gente decidía mediante su manipulación el ritmo que quería afectando a la proyección de la imagen en la enorme fachada digital y todo esto tenía que repercutir en la música. Mediante Ableton, conseguimos que en cada cambio de ciudad, cambiara el contenido musical y que la velocidad de los pedales afectara también a la densidad y el contenido de lo que estaba reproduciéndose.
“Ábrenos los Ojos” de Intermon Oxfam, fue una campaña para que la gente hiciera cortos de 40 segundos defendiendo el activismo. Me pareció muy buena idea y sugerí que la gente que no tuviera a su disposición música, que es la mayoría, pudiera utilizar música mía libre de derechos para su corto, así que, durante el periodo del concurso, cedí las piezas. Se utilizaron en varios cortos, algunos muy buenos.
¿Qué nos puedes comentar sobre “Contemporánea”?
Contemporánea es la parte puramente compositiva. Cursé el grado medio de piano y después el grado superior de composición. Durante esta etapa te enseñan a componer al estilo clásico, aunque fundamentalmente aprendes a componer música avanzada, música contemporánea. Resulta muy enriquecedor que te inculquen ese espíritu vanguardista e intentar hacer siempre algo nuevo. En la etapa del conservatorio compuse un gran número de obras y me preocupé de que se grabaran bien tanto el sonido como la imagen, para poder tener luego material que mostrar. Esos videos, junto con las partituras, son el contenido de esa sección en la web.
Te dedicas también a la música para publicidad, ¿qué nos puedes comentar sobre ella y sobre tus trabajos?
Hago bastante publicidad, de hecho, vivo de ella. Resulta inversamente proporcional: cuando el anuncio tiene un fuerte componente artístico hay muy poco dinero reservado a la música y cuando se trata de una gran empresa y el anuncio es más pragmático se paga bien. De vez en cuando, como ocurrió en el spot del Museo Guggenheim “El Arte en Guerra”, se paga bien, se trabaja de un modo artístico y además, el resultado es realmente bueno.
Johan Kramer es un director de publicidad holandés con el que he trabajado mucho, me ha contratado para spots del FC Barcelona y del Manchester United. Yo soy culé y este trabajo lo hice especialmente motivado. Messi en pantalla ¡y sonaba mi música!
http://www.youtube.com/watch?v=bQQbUQEzCac
La campaña de Cervezas Alhambra estuvo muy bien porque me dejaron bastante espacio. Normalmente en la publicidad te acotan muchísimo. Llegar a un ‘acuerdo’ es complicado porque desde la productora se tiene muy claro lo que se quiere, pero no se domina el lenguaje musical para poder explicarlo. Esto conlleva una comunicación muy difícil. De hecho, a veces tu trabajo se reduce a imitar unas referencias, a partir de ellas sacas tus conclusiones y compones. Hay otros creativos que te animan a que plantees propuestas desde cero sin querer influenciar.
¿Se ponen en contacto ellos contigo, vas a concursos, qué haces para conseguir tus trabajos?
En mi caso ha sido de boca a oreja. Se trata de hace bien tu trabajo y que el que ya ha trabajado contigo termine contento y te recomiende a otra persona, que también haga lo mismo. Ninguno de los anuncios me ha salido porque yo haya llamado a ninguna puerta, todos me han llamado a través de otro contacto.
Ahora mismo estás produciendo, ¿a quién produces?
Además de bandas a las que yo he producido y a las que he pertenecido, bandas ajenas para las que bien he metido arreglos, he grabado o he mezclado temas. Picoteo de aquí y de allá. He producido por ejemplo, a mi propia banda The Fractal Sound. Ahora produzco a Najwa Nimri. En un tiempo tenemos pensado publicar los temas en los que estamos trabajando.
Anteriormente comentaste que habías cedido tu música para una campaña de Intermon Oxfam. ¿Qué opinas de la música libre?
Opino que cuando una empresa va a sacar tajada del asunto, al músico le tiene que repercutir, pero cuando es libre, totalmente libre y no está contaminada por el dinero, soy partidario de ‘liberarla’. La difusión es excelente, juega en favor del creador.
¿Cuáles son tus proyectos para el futuro?
Terminar de montar el estudio y la productora, seguir trabajando para el mundo audiovisual. Hacer música. No parar de hacerla.
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